jueves, 19 de diciembre de 2013

Ven y compruébalo



“Preguntó Natanael:   ¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?
Felipe le contestó:   Ve y compruébalo. (Juan 1.46)

La primera respuesta dada a un incrédulo es la única que hace falta.Cuando Natanael dudó que algo bueno pudiera salir de Nazaret, la respuesta de Felipe fue simple, “Ven y compruébalo”.
La pregunta de Natanael sigue resonando: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”
La pregunta sigue en pie.

Ven y comprueba la roca que ha sobrevivido los embates del viento de los tiempos.
Oye su voz. La verdad inconmovible, la gracia inmaculada, la lealtad sin cobardía.
Ven y comprueba la llama que los tiranos y los déspotas no han podido extinguir.
Ven y comprueba la pasión que la opresión no ha aplastado.
Ven y comprueba los hospitales y los orfanatorios levantándose junto a las ruinas del humanismo y del ateísmo. Ven y comprueba lo que Cristo ha hecho.

¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret? Ven y compruébalo.
Ven y comprueba las vidas cambiadas:
El alcohólico ahora es sobrio,
el amargado ahora tiene gozo,
el avergonzado ahora es perdonado.

Ven y comprueba los matrimonios reconciliados, los huérfanos adoptados, los presos inspirados.
Viaja hasta la selva y escucha los tambores marcando alabanzas. Entra a hurtadillas por los rincones del comunismo y comprueba que los creyentes adoran bajo amenaza de muerte. Camina por las celdas de los condenados a muerte y nota al preso que aunque el hombre condenó, Dios lo liberó. Aventúrate en las cárceles y los calabozos del mundo y escucha las canciones de los salvos que rehúsan mantenerse en silencio.

¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?
Ven y comprueba la mano horadada de Dios tocando el corazón más humilde, enjugando las lágrimas del rostro arrugado y perdonando el pecado más horrible.
Ven y compruébalo.

Ven y comprueba la tumba. La tumba una vez ocupada, ahora vacante; la sepultura una vez sellada, ahora vacía. Los cínicos han construido  sus teorías, los incrédulos han salido con sus preguntas. Pero sus reflexiones continúan fundiéndose a la brillante luz de la mañana de resurrección.

Ven y compruébalo. Él no evita a quienes indagan. No pasa por alto a quienes investigan. No teme a los que le buscan. Ven y compruébalo. Natanael vino. Y Natanael comprobó. Y Natanael descubrió: ‘Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel’”.

Max Lucado ("El trueno apacible")

No hay comentarios:

Publicar un comentario